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El fenogreco o alholva es considerado un superalimento por su múltiples propiedades. / FOTOLIA

Existen alimentos con una gran cantidad de nutrientes para nuestro organismo que podemos consumir de forma habitual al incluirlos como parte del menú semanal. Se conocen como superalimentos por las multipropiedades que aportan si su ingesta se realiza con frecuencia y los numerosos beneficios para la salud.

Las opciones dependen de las necesidades y objetivos que tenga cada uno. Se puede recurrir a este tipo de productos para los dolores de garganta, mejorar la vista o combatir el cansancio. Hay también para los diabéticos, vegetarianos o para quienes tienen riesgo de sufrir enfermedades cardíacas.

Muchos de estos ingredientes se pueden añadir a platos muy comunes y son sencillos de incorporar a nuestra alimentación. Por ejemplo, el jengibre, los frutos rojos, las almendras, el pepino o la manzana ayudan a conseguir un vientre plano o la espelta que aporta felicidad a la vez que ayuda a adelgazar. Comer sano es recomendable para la pérdida de grasa corporal, mejorar la apariencia del pelo y la piel y además aporta energía y positivismo.

En este caso se trata de el fenogreco, también conocido por alholva o fenugreco y denominado como Trigonella foenum-graecum en su nombre científico. Se trata de una antigua hierba originaria de Asia y el sur de Europa que se ha utilizado durante años en gastronomía y en la medicina tradicional internacional.

El uso de esta planta en las actividades humanas es muy antiguo. Se sabe que se empleaban por los egipcios en los procesos de embalsamado (tal vez por su peculiar aroma). También usaban el aceite obtenido de los granos para combatir arrugas. Estos son algunos de sus beneficios:

Tomar fenogreco es la mejor opción, siempre que se acompañe de ejercicio, para notar un aumento en los glúteos o en cualquier otro músculo. Esto se debe a que estimula la producción de hormonas, lo cual produce un efecto anabólico que ayuda a incrementar la masa muscular.

Durante este proceso de depuración, el fenogreco ayuda a eliminar el colesterol y las grasas acumuladas por años en nuestro organismo, esta acción favorece que bajemos rápidamente de peso y adelgacemos.

El fenogreco se ha usado en casos de diabetes y como tratamiento complementario en las dietas de obesidad y durante la lactancia, así como protector del hígado. Sus aportes de fibra prolongan la sensación de saciedad evitando así picar entre horas.

Gracias a su contenido en albúmina, grasas e hidratos de carbono, el fenogreco favorece el aparato digestitivo. Además, contiene mucílagos, que contribuyen a proteger la mucosa estomacal en úlcera gástrica o gastritis, entre otras patologías. Es por esta razón que el fenogreco se ha hecho popular también como alternativa al omeprazol.

Uno de los usos más habituales del fenogreco es el ayudar a mantener el cabello sano. Además, es muy popular su uso tópico en la piel, pues sirve para tratar forúnculos, abscesos e hinchazones de todo tipo, así como para lavar llagar, cuando se usa como infusión. Sirve, además para tratar la inflamación bucal, de las amígdalas y de la faringe.

Brotes de semillas de Fenogreco. / HOLGER HOLLEMANN

Su potente sabor amargo y su aroma que guarda cierto parecido con el curry, hacen del fenogreco una delicia culinaria ideal para dar un toque exótico a diferentes comidas. Las semillas se pueden tomar molidas o bien dejándolas en remojo durante un día para ablandarlas. Por otra parte, la hoja se puede consumir al natural o deshidratada y se puede añadir a los guisos directamente o utilizar para hacer mezclas de especias.

También queda muy bien con panes, salsas, cuscús, sopas, ensaladas, vinagretas, encurtidos de verduras o frutos secos. Igualmente, las semillas pueden servirse como aperitivo solo, y la harina de este producto es ideal para usar en repostería, para tartas y bizcochos diferentes, así como para preparar pan.