El gobernador Gavin Newsom dio a conocer el miércoles los esperados detalles de su plan de devolución de impuestos para enviar 400 dólares a los californianos por cada vehículo matriculado, una medida que pondría más dinero en los bolsillos de las familias que poseen más autos -incluso los residentes con mayores ingresos del estado- y excluiría a los que no tienen auto de recibir los pagos.

La propuesta de Newsom, de 11 mil millones de dólares, está pensada para compensar el aumento de los precios que los consumidores pagan en los surtidores y también incluye ahorros para quienes dependen del transporte público. El plan incluiría 750 millones de dólares en subvenciones para la gratuidad o la reducción sustancial del precio del transporte público, pero los californianos que no posean un vehículo registrado no recibirían el reembolso.

El gobernador, que se presenta a la reelección este año, limitaría los pagos a 800 dólares para cualquier persona que tenga más de un vehículo registrado a su nombre, aunque los hogares con varios vehículos registrados a nombre de distintos miembros de la familia podrían recibir una cantidad muy superior.

Newsom dijo que el Estado está “tomando medidas inmediatas para que el dinero llegue directamente a los bolsillos de los californianos que se enfrentan a precios más altos de la gasolina”.

El precio medio de la gasolina en California es actualmente de 5.875 dólares por galón, lo que supone un aumento de más de 1 dólar respecto a hace un mes y de 2 dólares respecto a hace un año, según la American Automobile Association.

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El plan del gobernador estaría sujeto a la aprobación de la Legislatura del estado y podría prepararle para una posible batalla con los líderes del Senado y la Asamblea, que presentaron su propia propuesta la semana pasada para proporcionar un alivio financiero a los costes crecientes de todos los bienes con más dinero para las familias.

El plan de la presidenta pro tempore del Senado, Toni Atkins (demócrata de San Diego), y del presidente de la Asamblea, Anthony Rendon (demócrata de Lakewood), se centra en una rebaja de 200 dólares para cada contribuyente y dependiente, y excluye al 10 por ciento de los que más ganan en el estado. Su propuesta da dinero a los californianos que reúnan los requisitos, sean o no propietarios de un vehículo.

“Agradezco el trabajo del gobernador Newsom para desarrollar otra opción que alivie a los californianos que sufren el aumento del costo del combustible y de los bienes de consumo”, dijo Atkins. “El Senado se centra en garantizar que el dinero del Estado se destina a quienes realmente necesitan alivio, y estamos deseando trabajar con el gobernador Newsom, el presidente Rendón y nuestros colegas de la Legislatura para desarrollar rápidamente una propuesta que sirva para los californianos con dificultades.”

La oficina del gobernador dijo que Newsom está abierto a discutir con la Legislatura formas de eliminar los reembolsos para los autos de alto valor, pero su propuesta está actualmente estructurada para enviar pagos en forma de tarjetas de débito de 400 dólares a todos los propietarios de vehículos, incluidos los de motocicletas, independientemente de sus ingresos.

Newsom dio a conocer su plan dos semanas después de que, en su discurso sobre el Informe del Estado, se burlara de que devolvería más dinero a los bolsillos de los californianos para hacer frente a los altos costos de la gasolina. Un asesor de Newsom dijo a los periodistas tras el discurso que las devoluciones irían probablemente a los propietarios de vehículos. La oficina de Newsom se distanció inicialmente de esos comentarios, antes de decidirse por un enfoque que vincula las devoluciones a los conductores.

Los ecologistas han argumentado que vincular las devoluciones a la propiedad de los vehículos entra en conflicto con el esfuerzo del Estado por reducir la dependencia de los combustibles fósiles y retirar los autos de las carreteras.

La oficina de Newsom dijo que su plan ofrecerá los mismos reembolsos para los vehículos eléctricos e incluye un llamamiento a acelerar su propuesta presupuestaria de enero para obtener más fondos para los vehículos de emisiones cero y la infraestructura, aunque esa financiación no está incluida en su plan de 11 mil millones de dólares.

Alexandra Nagy, directora de California de Food & Water Watch California, calificó la devolución como “un curita para el corto plazo”.

“El único modo de proporcionar un alivio económico duradero a los californianos es que el gobernador Newsom inicie inmediatamente una transición justa para abandonar los combustibles fósiles”, dijo Nagy en un comunicado.

La decisión de excluir de los pagos a los californianos que no poseen un auto también plantea cuestiones de equidad. Aunque algunas familias podrían ahorrarse cientos de dólares en costes de transporte público, la propuesta podría beneficiar desproporcionadamente a quienes tienen medios económicos para poseer un auto o varios autos.

Un nuevo informe del Instituto de Políticas Públicas de California, que no es partidista, ha descubierto que las familias con mayores ingresos compran más gasolina. Sin embargo, las familias con ingresos bajos y medios del estado gastan una parte mayor de su presupuesto en gasolina que las familias con ingresos altos, según el informe.

Los californianos que no tienen auto tienen más del doble de probabilidades de tener dificultades para cubrir sus necesidades básicas, según un análisis del Centro de Política y Presupuesto de California. La tasa de pobreza era del 15 por ciento para los californianos que vivían en hogares con un vehículo en 2019, en comparación con el 41 por ciento entre los que no tenían vehículo, según el análisis.

Y aunque algunas familias no pueden permitirse tener un auto, el aumento de los precios de la gasolina está incrementando los costos de transporte de otros bienes que también se trasladan a los consumidores.

El senador Scott Wiener (demócrata de San Francisco) dijo que no está de acuerdo con el planteamiento de Newsom.

“Si vamos a ofrecer un alivio, no debería basarse en quién tiene un auto o quién no lo tiene, y debería estar dirigido a las personas que realmente se beneficiarían de la ayuda”, dijo.

Wiener dijo que un reembolso más específico para los californianos con dificultades reduciría el costo total para el estado y permitiría a los legisladores invertir más dinero en arreglar los edificios escolares deteriorados, ampliar el acceso al agua potable, responder al aumento del nivel del mar, reducir el riesgo de incendios forestales y abordar otras necesidades importantes de infraestructura.

Los grupos de defensa que han presionado igualmente para que el alivio financiero se destine a los californianos con menos ingresos se mostraron sorprendidos por la propuesta de Newsom, diciendo que el superávit del estado no debería ir a parar a los ultra ricos.

“En su mayor parte es terrible, para ser completamente honestos”, dijo Chris Hoene, director ejecutivo del Centro de Política y Presupuesto de California. “No consigue que la mayor parte de la ayuda llegue a manos de quienes más la necesitan, y es un despilfarro de recursos estatales proporcionar un crédito a un montón de californianos que tienen ingresos altos y no necesitan este tipo de ayuda en este momento”.

Jhumpa Bhattacharya, vicepresidente del Insight Center for Community Economic Development, con sede en Oakland, calificó la propuesta de equivocada y dijo que no tiene en cuenta la enorme brecha de riqueza de California. Cualquier solución debería “evitar la universalidad”, dijo, señalando las diferencias de riqueza basadas en la raza.

“Aunque es cierto que todos los californianos sienten un escozor ante el surtidor, para algunos se trata de elegir entre mantener la comida en la mesa o llenar el tanque del auto, mientras que para otros es un inconveniente, pero que pueden asumir”, dijo Bhattacharya. “No puedes decirme que un hogar que gana 150 mil dólares siente el mismo nivel de ansiedad por los precios de la gasolina que uno que gana 38 mil dólares”.

Por su parte, el Sindicato Internacional de Empleados de Servicios de California calificó el plan de Newsom de “buena noticia para los trabajadores de primera línea”, pero le animó a centrarse en “los californianos de ingresos bajos y medios y en los trabajadores esenciales que se ven obligados a elegir entre llenar el depósito o pasar hambre”.

Rendón también ha sido categórico al afirmar que no apoyaría ningún plan para proporcionar reembolsos a los contribuyentes con mayores ingresos del estado.

“Mucha gente ha sufrido recientemente”, dijo Rendon al Times la semana pasada. “Muchos californianos han tenido dificultades, y estamos buscando una solución para proporcionar apoyo financiero a esos californianos en particular”.

Los comentarios del portavoz se produjeron en respuesta a una propuesta encabezada por un grupo de demócratas, en su mayoría moderados, de su bancada y un independiente, para ofrecer un reembolso de 400 dólares a todos los californianos, independientemente de su nivel de ingresos.

Los legisladores dijeron que la suma de 400 dólares cubriría el actual impuesto de 51 centavos por galón de gasolina durante un año completo, calculado sobre un viaje al surtidor por semana para la mayoría de los vehículos.

Ese plan costaría al Estado 9200 millones de dólares, según una comparación de gastos realizada por los asesores de los líderes legislativos. El precio de la propuesta de Atkins y Rendon alcanzaría probablemente los 6800 millones de dólares.

Se espera que la propuesta de Newsom sea la que más cueste, con 11 mil millones de dólares, que incluyen 9 mil millones de dólares en devoluciones de impuestos a los conductores, 750 millones de dólares para subvenciones al transporte público, 600 millones de dólares para pausar el impuesto sobre las ventas del gasóleo durante un año y 523 millones de dólares para pausar los aumentos por inflación de los impuestos especiales sobre la gasolina y el diesel.

En enero, Newsom propuso detener la subida del impuesto sobre la gasolina durante un año, que entraría en vigor en julio, lo que, según las estimaciones legislativas, podría suponer un ahorro de unos 15 dólares por conductor.

Aunque algunos republicanos la apoyaron, muchos legisladores demócratas se opusieron a la idea, diciendo que podría reducir la financiación necesaria para los proyectos de transporte. La propuesta de Newsom presentada el miércoles sigue acogiendo la idea.

Los diversos esfuerzos para sufragar el costo creciente de la gasolina llegan en medio de un año electoral y en un momento en que la inflación y los tipos de interés están en alza, lo que eleva los temores sobre el futuro económico y las presiones financieras de los habitantes de California y de todo el país. Todas las propuestas para proporcionar un suplemento de dinero a millones de californianos se basan en el uso de una parte de los excedentes de ingresos fiscales del estado.

Los asesores fiscales de Newsom y los analistas independientes han proyectado que el estado tendrá unos 30 mil millones de dólares de exceso de efectivo a principios del próximo verano. Esa estimación se actualizará en mayo, cuando el gobernador envíe a los legisladores un plan presupuestario revisado, basado en las declaraciones del impuesto sobre la renta de los californianos realizadas hasta el 15 de abril. Y es posible que el superávit presupuestario del estado sea aún mayor que las primeras proyecciones.

La oficina del gobernador dijo que Newsom espera llegar a un acuerdo con los legisladores sobre los detalles de la devolución antes de que presente el plan presupuestario revisado en mayo, un plazo que permitiría una acción temprana sobre su propuesta. Los reembolsos de las tarjetas de débito podrían llegar a los consumidores dos o tres meses después de su aprobación.

El jefe de la oficina de Sacramento, John Myers, ha contribuido a este informe.

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